Es un trabajo sucio pero alguien tiene que hacerlo

No debe haber mejor frase para definir a un puesto que es el menos lucido en la cancha, pero de vital importancia en el juego. El tan querido 5 o cuando se juega con esquema de dos centrales sería el Stopper, el que recupera los balones, tiene que tirarse al suelo, último en el campo a la hora de un corner y primero cuando se necesita ese fault táctico (infracción obligada para evitar ocasión manifiesta de gol) la cual es premiada con una tarjeta roja.

En los nuevos esquemas (europeos especialmente) el conocido 4-4-2, que se juega con una pareja de centrales en el mediocampo Libero-Stopper, uno para jugar y otro para recuperar, quedo más deslucido el arduo trabajo del menor de los hermanos doble cinco, desde entonces se tiene cierta preferencia y agrado por el cinco de “buen pie” que por el de marca.

Existen en el mundo muchos que son natos en esta especialidad, en la segunda semifinal de la Champions League se vio plasmado en el campo las virtudes de esta posición interpretado por Javier Mascherano (foto), jugador argentino actualmente desempeñándose en del Liverpool, en un momento del encuentro mas específicamente en los dos tiempos suplementarios, el Chelsea se vio demasiado replegado hacia atrás mientras que el equipo de los “rojos” atacaban con todos sus hombres a excepción del “jefecito” que se encontraba en mitad del campo.

Es realmente destacable la importancia del stopper en una situación así, ya que es vital cada balón que se encuentre en juego, y la función de devolver la pelota desde la media cancha hasta los delanteros en el área rival, más la responsabilidad de cortar todo intento de ataque del adversario y teniendo en cuenta que al ser el último hombre esta obligado a no equivocarse ya que dejaría mano a mano a un contrario con el arquero propio.

Por que tanta responsabilidad en un solo jugador, simple, los defensas por lo general son altos por lo tanto buenos cabeceadores, los carrileros y/o laterales son buenos tiradores de centro, para los delanteros que deben estar en la puerta del área siempre, el enganche y los otros mediocampistas deben estar atentos ante alguna posesión afortunada o algún rebote que permita el remate de media distancia. Por esas razones el stopper debe quedarse solo para la recuperación del balón, y no para hacer el gol de la victoria o en el ejemplo dado el de la clasificación a la final.

Es interesante como el fútbol tiene estas preferencias por los príncipes y no por las cenicientas, las cuales hacen mucho trabajo y consiguen poco crédito a cambio. Esta vista de “fantasía” claramente es vista solo por espectadores que no sean muy allegados a debates tácticos o a planteos de formaciones, ya que este puesto tiene gran importancia en la columna vertebral de un equipo, que aunque sea laborioso siempre hace falta y no se puede llegar a ser un gran equipo sin un gran número cinco.