Pasión en el ascenso

. domingo, 20 de abril de 2008
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Desde la profesionalización del fútbol, hace casi 100 años, se ha tratado de dar igualdad de posibilidades, a todos los equipos de un país para poder jugar todas las competiciones que organicen las asociaciones. La que predomina hasta el día de hoy es la de las divisiones de ascenso, que esta formada por diferentes categorías normalmente con 20 equipos cada una, que después de finalizar cada temporada, cierta cantidad de equipos (por lo general 3 o 4) ascienden o descienden de categoría, estando como tope la famosa primera división.

Antes, los clubes colmaban los estadios solo cuando estos se disponían a ascender, lo que quiere decir que prácticamente solo iba gente al finalizar el torneo y si el equipo estaba por salir campeón. Claro está, es una situación muy antigua, cosas así solo suceden en la 4º o 5º división.

En la actualidad, equipos de menor envergadura que aquellos que se desempeñan en primera, tratan de afianzarse en una categoría en particular y crecer en ésta hasta sentir que está preparado para competir en la siguiente, siempre con la vista puesta en el progreso. Otros, solo tratan de conservar la categoría, solo de mantenerse para no descender.

Los clubes que tienen historia, fabricada por una rica trayectoria futbolística, se han ganado el corazón de sus hinchas a pesar de no jugar en primera, o de no hacerlo siempre. De esta manera cada año es un reto, por tratar de ascender o de evitar el descenso dependiendo del caso, muchas veces tratando de lograr hazañas como la de “David contra Goliat”.

Por otro lado, el club del barrio. El club que a uno lo vio crecer, o que uno lo vio crecer a él. Un sentimiento que seguro conocen, y que es tan difícil de describir, por que no puede ser comparado con nada. Todas las razones son válidas, querer a un club que no es de primera o que no lo fue siempre es muy común.

Somos de donde vinimos, estamos donde debemos estar, nos ganamos este lugar y vamos a luchar por él. Las anécdotas de los que vieron a su equipo ascender cuatro categorías para competir hoy en día con los más grandes no tienen precio, y el lado oscuro de la historia, los que siempre les toca sufrir, pero año tras año tienen su fe intacta y la esperanza de algún día alcanzar la gloria.

La pasión por el fútbol se ve en la “canchita” del barrio, como en los estadios de los clubes más importantes, no tiene lugar, ni dinero que la pueda comprar, es pura y sincera, se hace escuchar hasta por los mas sordos, se transmite y contagia, y lo que no dice en ningún papel es que es algo que se siente y se hace sentir.

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