¡Pelotas, pelotas y más pelotas!

Que lindo que es el juego de la pelotita ¿no? Para jugar solo hace falta un poco de ganas y el infaltable balón. De niños este deporte nos lleva a ingeniarnos de la forma que sea para conseguir un balón de fútbol, desde armar una atando trapos, latitas de gaseosa, naranjas silvestres, hasta piedras y papeles.

En estos días uno puede conseguir una inmensa variedad de pelotas, de todo tipo de color, formas, cortes, y diseños de armado. Años de estudio y ensayos con profesionales en el tema han logrado hacer que la pelota sea mas rápida, vuele mejor, tome efectos, tenga un buen rebote, entre otras cualidades que permiten al jugador una inmensa cantidad de posibilidades en su juego.

Ahora bien, el marketing parece tener el primer lugar en los intereses de las asociaciones del fútbol mundial, todos los torneos que son abalados por la FIFA se juegan con un balón diferente, tantos torneos locales e internacionales por selecciones y por equipos. O sea, un jugador en un año debe acostumbrarse a 8 tipos de bañones diferentes ¿Con que sentido? Solo se explica el hecho de querer vender más. ¿De que manera favorece al juego? En lo vistoso definitivamente, no es lo mismo jugar con un balón blanco o gris, que con uno dorado, o con figuras de estrellas como es el caso del torneo UEFA Champions League.

Según opiniones de muchos jugadores, se hace difícil jugar bien con pelotas de muchos colores y sostienen la preferencia por aquella que es toda blanca, o con colores sobrios (blanco, negro, gris). Sin embargo, los guardametas tienen pesadillas con los balones, tantos colores en movimiento crea una serie de efectos visuales que generan mucha confusión, lamentablemente para los pobres arqueros confundirse es un pecado grave, en otras palabras un gol en contra. Este aspecto del fútbol es el que nos hace ver que tan comercializado esta el deporte, que según dicen es necesario para solventar los gastos, los cuales son muy elevados. Lo que es seguro es que tenga el color y de la forma que sea, siempre habrá alegría con una “redonda” de por medio.